Se nubla nuestra razón y nos olvidamos del corazón.
No es lo que decimos si no la forma.
La mente nos juega una mala pasada.
Actuemos siempre guiados por nuestro corazón.
Estamos llenos de defectos y tenemos muchas cosas qué mejorar. El reconocer que nos equivocamos; y que la vida es un aprendizaje constante es el primer paso y que el tiempo es nuestro mejor consejero.
Qué el amor este presente cada día iluminando la vida de los demás y en todo lo que hacemos.
LQM. Sofía Costa.
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