La vida es difícil, pero saberla llevar requiere de un gran trabajo interior y espiritual teniendo claro que somos simples criaturas ante Dios y que sus tiempos no son lo de los nuestros.
Nuestros recuerdos pueden ser amargos o dulces, según punto de vista que los vivamos.
Es por esta razón, que si una persona tiene paz interior es capaz de sacar una lección de cada hecho que le sucede en la vida aprendiendo y creciendo de esta.
Desde que fuimos creados y venimos de un solo hombre a la imagen de Dios un trozo de él está en nuestro corazón y estamos llamados iluminar la vida de los demás, a través, del Amor que es Dios.
Es así que comenzamos un largo recorrido en que el hecho del perdón que es tan necesario para que evolucione nuestra alma y aprendamos de las experiencias vividas, para no volver a cometer los mismos errores del pasado.
Equivocarse es humano, pero cómo juzgar las acciones de otros sí muchas veces también hemos herido sin querer alguien.
Al igual que la película la vida es bella o la novela de La bailarina de Auschwitz de Edith Eger, nos muestra momentos sin duda horribles, pero una mirada positiva para vivirlos y sobrevivir de una forma positiva a lo acontecido.
También tenemos el ejemplo de los grandes comediantes como, Robin Williams, que nos hicieron reír, pero lloraban por dentro como la poesía de Juan Dios Peza, “Reír llorando” en donde un actor de Inglaterra alegraba la vida de los príncipes, pero su agonía y su pesar eran terribles y fue a buscar donde un doctor una receta y le receto él mismo.
Que siempre nos dará lo que es mejor para nosotros y que con el paso del tiempo veremos que fue así. Sofía Costa. Se prohíbe reproducción parcial o total de este artículo por derechos de autor.
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